ANFIBIOS 


La fauna de anfibios del Ecuador es la tercera más diversa en el mundo, con aproximadamente 579 especies, de las cuales 241 son endémicas. Esta riqueza convierte al país en el más diverso en lo que se refiere a anfibios, por lo que es una prioridad su investigación y conservación.

Habitad destruidos 

La destrucción del hábitat, la contaminación, las especies introducidas, los patógenos emergentes, el cambio climático, entre otras, son las principales amenazas para estas especies, por lo cual el 33 % (186 especies) de anfibios ecuatorianos están en categorías de riesgo de extinción y, entre ellos, 18 especies ya están posiblemente extintas.


"Ecuador es un país referente en la región al impulsar la investigación científica para el aprovechamiento de los recursos genéticos de los anfibios y trabajar en su conservación"

Diez especies de anfibios son la base de trabajo para el proyecto:

  • Atelopus nanay [Rana arlequín triste]
  • Atelopus ignescens [Jambato negro de páramo]
  • Atelopus sp. nov. (aff. palmatus) [ Rana arlequín]
  • Atelopus coynei – [Rana arlequín de Coynei]
  • Atelopus balios – [Rana arlequín moteada o rana militar]
  • Atelopus (aff. longirostris) – [Rana arlequín]
  • Dendrobates (Excidobates) condor [Rana venenosa del Cóndor]
  • Agalychnis spurelli – [Rana mono planeadora]
  • Cruziohyla calcarifer [Rana espléndida]
  • Hypsiboas picturatus [Rana arbórea colorida]


Diversidad y Biogeografía

“Por lo tanto, a medida que nos acercamos a los trópicos, hay un aumento mayor de estructura, gracia de forma, mezclas de colores, juventud perpetua y vigor de las formas de vida”

Alexander-Von Humboldt, 1807

La fauna de anfibios del Ecuador es la cuarta más diversa en el mundo con un total de  633 especies formalmente descritas (hasta marzo de 2019). Este número, sorprendentemente alto para un país con tan solo el 5% de la superficie de Brasil, aumenta rápidamente debido a que hay un gran número de especies descubiertas cada año (por ejemplo, 9 especies descritas en 2016). Esta tendencia también es evidente a partir de la curva de acumulación de especies (Figura 1). Adicionalmente, se proyecta una aceleración en el descubrimiento de nuevas especies como producto del uso cada vez más generalizado de marcadores genéticos en la sistemática de los anfibios. Estudios recientes sugieren que hay un número considerable de especies crípticas que han sido pasadas por alto en revisiones previas basadas en caracteres morfológicos (1, 2). Se han encontrado numerosas especies crípticas en estudios de Engystomops (1), Dendrobatidae (3), y Centrolenidae (4) entre otros.







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